De la novela «La Sombra del Viento», vienen acompañadas estas croquetas gourmet. Y es que no hacen falta grandes cosas para hacer de un plato sencillo todo un lujo, una luz entre sombras.
Veréis que una vez fritas, por dentro quedan super cremosas y no mazacotes, una delicia.
Y a partir de ahora en cada receta os diré que grado de dificultad tienen, me resultará difícil ser objetiva (como ya me han dicho) pero lo intentaré. Esta fantástica idea surgió de mi amigo Jesús (lo cual te doy las gracias pues todas las sugerencias son recibidas con los brazos abiertos), el cual después de hablar con él de este blog, me hizo esta sugerencia lo que me parece genial, ya que gracias a ello espero que os animéis un poco más hacer alguna de las recetillas y os divirtáis tanto como yo al hacerlas. No obstante las que considere que pueden ser más difíciles os invito a intentarlo, el placer de superarnos es indescriptible y delicioso a la vez. Os aseguro un gran momento de desconexión del trajín del día a día.
Dificultad: Media (en realidad son sencillas pero quizás el punto de cocinar la harina con la mantequilla o bolear una vez fria la masa, puede ser lo que pueda tener un poquito de más dificultad.)
Vamos a la cocina!!!
Ingredientes:
- 100 gr. de mantequilla.
- 100 gr. de harina.
- 100 ml. de nata con un 35% en materia grasa.
- 1 l. de leche entera.
- 1 hueso de jamón.
- 3 hojas de gelatina neutra.
- Taquitos de jamón.
- 2 huevos.
- Pan rallado.
- Harina para empanar.
- Aceite de girasol para freír.
Antes de nada ponemos las hojas de gelatina en agua fria para que se vayan hidratando.
Ponemos a fusionar la leche con el hueso de jamón. En una cacerola ponemos un poco de agua y en otra cacerola que coja dentro ponemos la leche y el hueso de jamón y lo dejamos a fuego suave hasta que rompa a hervir. (Esta idea de poner dos cacerolas es de Martín Berasategui un famosísimo cocinero, que gracias a su ingenio conseguimos que la leche no se pegue al fondo de la cacerola).
En una sartén ponemos la mantequilla a derretir, añadimos la harina hasta que esté cocinada pero que no tome color.
Añadir la leche caliente (previamente colada) de golpe a la roux ( osea la mexcla de la harina con la mantequilla) y con unas varillas cocinar a fuego suave. Proseguir hasta conseguir una bechamel cocinada y lisa.
Incorporar los taquitos de jamón y rectificar de sal.
A parte calentar la nata y añadirle las hojas de gelatina previamente escurridas, y remover hasta derretirlas.
Colar y añadir la nata con la gelatina a la masa, remover hasta tenerlo totalmente integrado.
Verter la bechamel en una bandeja y cubrir con papel film pegado a la masa para que no se forme una costra.
Refrigerar toda la noche.
Hacer bolas de unos 40 gr. más o menos (es un tamaño más bien grandecito pero podéis hacerlas como más os guste), yo me ayudé de dos cucharas ya que la masa se pega mucho a las manos y se vuelve engorroso. Pasarlas por harina (una vez las enharinas ya puedes trabajarlas con las manos que ya no se pegan), luego por huevo batido y finalmente por pan rallado.
Las dejamos reposar en la nevera como media hora.
Freír en abundante aceite.
Dejar reposar en un papel de cocina para que absorba el exceso de aceite y ya solo queda lo mejor…. a disfrutarlas.
Con las medidas que os doy salen unas cuantas, a mí me salieron 22 y eso que las hice de tamaño grandecito. Así pues, como os sobraran (al menos que seáis muchos) yo os recomiendo que una vez pasadas por harina, huevo y pan rallado las podéis congelar (en algún recipiente para que no se chafen) y cuando queráis hacer alguna yo os recomiendo que la saquéis con tiempo para que se descongele y así a la hora de freírlas no tardarán en freírse y no corréis el riesgo a que se os quemen por fuera y por dentro queden congeladas aún.

Una respuesta a “Croquetillas de jamón.”