Un título realmente delicioso, ¿verdad?, cuando profundicéis entre sus páginas descubriréis el sentido del título. Es una novela de la autora Marisa Díaz, sevillana al igual que nuestra protagonista.
Esta es la historia conmovedora y en muchas ocasiones divertida de tres mujeres luchadoras unidas por un lazo de sangre.
Noelia, una chica que dedicó darlo todo por amor y marcharse a Madrid se da cuenta que..»en los momentos más duros es cuando realmente se demuestra si amas y te aman.» le han roto el corazón y decide regresar a Sevilla, a casa con su madre y su abuela. Estas tres mujeres adorables que hacen una piña a pesar de discusiones tontas, orgullo y cabezonerías.
Tienen una pequeña pastelería en la que Noelia pretende recuperar su antiguo puesto y volver a empezar de nuevo, pero su abuela Eloísa tiene otros planes, quiere que la acompañe a pasar un tiempo en el pueblo que dejaron poco antes de nacer ella.
A Noelia la idea no le gusta nada pero tampoco quiere dejar sola a su abuela y accede, y ya que se encuentra en el pueblo aprovechará para indagar un poco acerca de la identidad de su padre, un tema tabú en la familia.
El pueblo Cañada Rosal resulta no estar tan mal, la plaza resultó bastante más amplia de lo que había divisado cuando llegaron con el coche. Aquí conoce a Diego, un chico que a primera vista es bastante seco y gruñón y es quien le hace los arreglos en la casa del pueblo, este es el hijo de Cristina que regenta el hostal del pueblo dónde tienen que pasar unos días hasta adecentar la casa.
Los días transcurren rápido y ella logra hace averiguaciones, hechos de los que en algunos momentos se arrepiente de haber sacado a la luz. Aflora una relación antes dormida, entre abuela y nieta, confidentes, amigas, junto con Isabel la madre de Noelia y mezclado siempre entre exquisitas comidas y dulces, hacen de esta historia algo entrañable, que a mí me tocó el corazoncito.

6 respuestas a “Limón, canela y chocolate.”