Esta receta estaba pendiente de publicar ya que del libro del cual proviene El café de los corazones rotos, hace tiempo que publiqué la reseña.
Pero nunca es tarde y aquí esta, un dulce fácil de preparar y con un resultado fantástico.
Dificultad: Fácil (la masa se compra ya hecha y el relleno es sencillo).
Ingredientes:
- 1 paquete de obleas (de las que se usan para hacer las empanadillas. Tienen dos tamaños, con elegí la que es un poco más grande)
- 800 gr. de manzanas (yo le puse la variedad reineta por tener ese punto ácido, pero podéis ponerle la que más os guste)
- 50 gr. de azúcar.
- 30 gr. de mantequilla.
- 1 cucharadita de canela en polvo.
- Azúcar glas.
- Aceite de girasol.
Poner el horno a precalentar a 200ºC
Pelar las manzanas, cortarlas en cuadraditos y rehogarlas en una sartén con el azúcar y la mantequilla hasta que estén ligeramente caramelizadas. Sazonar con canela.
Esperamos a que nuestra mezcla este fría, y procedemos a rellenar las obleas, ponemos un poquito en un lado y doblamos, cerrando los bordes con ayuda de un tenedor.
Las colocamos en una bandeja de horno donde previamente habremos puesto un papel sulfurizado (papel de horno), con la ayuda de un pincel las pintamos un poquito con aceite.
Las horneamos durante unos 10 minutos, hasta que estén ligeramente doradas.
Una vez frías, espolvoreamos con azúcar glas.