Se está orquestando un cuento, donde ahora es un susurro nada más, con su baile que apenas acaba de comenzar, con pasos como leves caricias, pues los zapatos son de cristal, frágiles, más nunca débiles, ayudan a ejecutar una danza que hipnotiza a quien se atreve a mirar.
Shssss, no lo cuentes, pues la envidia puede aflorar, en corazones afligidos que no pueden bailar.
Como en todo cuento que se aprecie, nunca ha de faltar, un cazador, un lobo, una manzana, una rueca donde hilar, o como en cuentos más modernos, una pandemia quizás.
Todo resulta perfecto, aunque de muy cerca apenas se puede apreciar, sinfonía de notas hiladas entre si, con un gusto exquisito tan difícil de conseguir. Personajes en escena jamás puestos por casualidad, hasta una leve sonrisa, una palabra, está donde debe de estar.
Por eso shssss, no lo cuentes, tan solo déjate llevar, por esa melodía tejida solo para ti, para hacerte brillar.