Yaya, vuélveme a contar ese cuento, sé que no es un cuento de princesas ni mucho menos, pero es tu forma de contarlo, y tan solo con oírte, es suficiente, me hace sentir ese calor de saber que estás en casa. Ese hogar que no se encuentra en ningún sitio en concreto, que lo llevamos dentro, pero que solo aflora en determinadas ocasiones. Ese sitio, dónde sientes que el tiempo se para y que no puedes ser más feliz de lo que en ese instante eres. Allí todo cobra sentido, allí recobrar fuerzas cuando sientes que tus baterías se están agotando y quieres tirar la toalla. Allí la mente se calla y deja de hacer ruido, a causa de ello logras oírte por fin, alto, claro, fuerte, sin dudas, segura, optimista, luchadora.
Yaya vuélveme a contar ese cuento, tan solo para escucharte y se sentir de nuevo ese calor.
Que bonito! La hechas mucho de menos.
Me gustaMe gusta
Muchas gracias. Y sí, cada día.
Me gustaMe gusta