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Ese perfume secreto…

Seguimos con nuestra novela «El perfume secreto del melocotón», vamos a ponernos en situación…

Nos encontramos en casa de Armande donde ahora se aloja Vianne y sus hijas, Alyssa también se encuentra con ellas. Alyssa no se encuentra muy receptiva pero, aun así, Vianne decide integrarla haciendo algo común con todas, recolectar los melocotones maduros del melocotonero del patio. Tal proposición sacó de ella el destello de una sonrisa en su solemne carita, «… Esto me recuerda a mi abuelo -dijo- . Le gusta cultivar cosas. Tiene un caqui cerca de su casa; solo ha dado frutos una vez, pero lo cuida como si fuera su único hijo. Esa era la frase más larga que le habia oído decir Alyssa hasta entonces.

«…¿Te gustaría echarnos una mano? le preguntó Vianne. vamos hacer mermelada de melocotón…» » es una receta muy sencilla. Tenemos todo cuanto necesitamos: azúcar de mermelada (ese azúcar que lleva pectina para que la mermelada cuaje), un cazo de cobre, frascos, canela….y melocotones, claro»

Una vez hecha «…la metemos en frascos hasta que llegue el invierno. Me miró de inmediato.  – ¿El invierno?  -Claro. Yo no estaré aquí- dije-. Pero la mermelada sabe mejor en invierno, cuando las noches son largas y el aire es helado. cada frasco que abres es como abrir un poco de mermelada de sol…»

Y así, como no podía ser de otra manera dando honor al título de nuestra novela de hoy, voy a preparar una rica mermelada de melocotón aprovechando que ahora están en su momento óptimo.

¡¡¡Pero nosotros no podemos esperar al invierno a probar este suculento manjar!!

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El Perfume secreto del melocotón.

Hola tod@s,   hoy os traigo quién ha sido mi compañera en estas tardes de verano, es verdad que tardé en terminar de leerlo pero perderme entre sus páginas ha hecho que las tardes fueran menos sofocantes y llenas de un dulzor y una extraña paz, digo extraña porque no se si eso te lo hace llegar una lectura pero a  sí que me pasó y fue tan agradable que tal vez por eso me relajé tanto y regodee en tantas de sus frases que la lectura total me llevó más tiempo quizás de lo necesario, ¿o no? quizás me llevó el tiempo que me tenía que llevar para poder sacar de entre sus páginas esta sensación de bienestar.

Tal ha sido, que acabo de terminar ahora mismo de leerla, y lo primero que he pensado es en ponerme a escribir hasta que este aura se desvanezca con otros quehaceres rutinarios. Y es que quisiera poder transmitiros todo lo que siento en este momento para al menos sembrar en vosotr@s un mínimo de curiosidad y os lancéis a esta fantástica aventura para también experimentar todas estas sensaciones fantásticas.

Esta novela » El perfume  secreto del melocotón» de Joanne Harris, es la continuación de otra novela muy famosa llamada Chocolat, algunos os recordará a la película que se hizo basada en este libro, yo soy la primera, y me gustó tanto la historia que cuando supe de una segunda parte no pude resistirme a leerla.

Evidentemente, como casi siempre la novela describe con un infinidad de matices imposibles de plasmar en la pantalla ( aunque de esta novela no tengo conocimiento de que hayan realizado película) por eso son tan mágicos los libros, porque te permite especificar con tanta sutileza como el autor quiera y así transmitirnos la esencia.

La novela comienza con una carta  de Armande, y esta carta lleva un destino muy concreto, Vianne Rocher, han pasado los años pero ella sigue igual, y sus «dones» intactos, una carta que termina con la frase, «…y recuerda: todo vuelve. Al final, el río lo devuelve todo.»

A raíz de dicha carta, ella junto con las niñas, decide volver al sitio donde un día vivió, Lansquenet, «…con sus casas de color pardo las callejuelas que descienden tambaleándose hasta el Tannes, las estrechas tiras de campos de cultivo que se extienden a través de las colinas azules. Y Les Marauds, donde vivía Armande, las viejas y desiertas curtidurías; las casas con entramado de madera, abandonadas, que se inclinan como un borracho sobre el camino del Tannes, donde los gitanos amarran sus barcas y encendían hogueras junto a la orilla del río…».

Todo parece igual pero a la vez muy distinto, deciden que los días que pasen allí se alojarán en casa de Armande donde en el patio tiene un fantástico melocotonero y el cual está llenísimo de fruta madura, frutos que prometió a su dueña recogerlos ya que sería una lástima que se echaran a perder. «…el perfume del melocotonero lo invadía todo; una soñolienta fragancia de finales de verano que parecía dejar un resplandor en el aire, como el rastro del atardecer.»

Y así, sin apenas darse cuenta Vianne va adentrándose en secretos familiares, disputas sin principio, pero eso sí, todo cargado de esa magia y sensibilidad tan característica en ella. Los Habitantes muchos de ellos son gente nueva, musulmanes que han elegido este lugar para asentarse, la vida fluye en armonía entre todos sus habitantes pero la llegada de Inés Bencharki  y  Karim Bencharki hace que las distintas comunidades que conviven en concordia se vuelvan enemigas y se forme una guerra interna la cual no parece que tenga otro final que el desastre, o quizás Vivianne ha venido para irradiar paz en el ambiente? El viento cambia y nada podemos hacer, solo prestarle atención para no dejarnos llevar por la confusión que en ocasiones trae con el…

Feliz noche a tod@s!!!

 

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Crêpes con fresas y chocolate.

Aquí os traigo esta receta del libro «Cinco cuartos de naranja». Los Crepes son de origen francés bretón. Es muy sencilla de hacer y en este caso yo la hice dulce, aquí podéis dar rienda suelta a vuestra imaginación y la mezcla la podéis aromatizar por ejemplo con vainilla. También tenéis opciones de hacer las crepes saladas, aquí si os apetece podréis añadir a la mezcla especias para darle otro toque y rellenarlas de queso con jamón, carne picada a la  boloñesa…


Dificultad: Media ( aquí tenéis que tener paciencia a la hora de voltearlas y de que no salgan demasiado gruesas ni demasiado finas)

Vamos a por ello.!!

Ingredientes:

  • 125 gr. de harina.
  • 2 huevos.
  • 1/4 de leche.
  • 50 gr. de mantequilla (derretida).
  • Una cucharadita de mantequilla para untar en la sartén.
  • 5 gr. de azúcar.
  • 1 pizca de sal.

 También las podemos hacer para celiacos o para personas que no les sienta muy bien el trigo. Sustituiremos la harina de trigo por una de arroz o de maíz. 

Aquí os dejo las cantidades.

  • 1 huevo
  • 100 gr. de harina de arroz.
  • 150 ml. de leche (o de leche de soja)
  • 1 cucharadita de aceite.
  • 1 pizca de sal.
  • y mantequilla para hacer los crepes

Mezclamos todos los ingredientes  muy bien con una batidora pues no tiene que quedar ningún grumo, en el caso que nos quede algún grumito, lo pasaremos por un colador.

Es aconsejable dejar la masa reposar en la nevera al menos media hora, aunque también podemos utilizarla en el momento.

Una vez reposada la mezcla, movemos un poco con una cuchara, debe tener una textura a una crema liquida, en el caso que os quede demasiado densa ponerle un poquito de leche. Ponemos una sartén antiadherente previamente (engrasada con un poco de mantequilla) al fuego, (asegurar que sea una sartén buena pues con la que yo las realicé no lo era y os aseguro que es un auténtico martirio y te pone los nervios a flor de piel.)

Cuando esté muy caliente añadimos un poco de masa y movemos la sartén girando para que la masa se extienda. Cuando los bordes empiecen a dorarse le daremos la vuelta. Normalmente la primera crepe se suele desechar  porque tiene un exceso de grasa. Las próximas ya no tendréis que poner mantequilla.

Se hacen muy rápido. Según las vais haciendo ponerlas una encima de la otra pues no se pegan, y taparlas con aluminio para que no se enfríen. Estas también así tapadas las podéis conservar en la nevera por un par de días, luego se pueden calentar una vez rellenas o consumirlas en frío.

Pues una vez realizadas ya solo queda rellenarlas, yo extendí por toda la crepe crema de chocolate y le puse trocitos de fresa de cosecha propia, (estas fresitas me salieron chiquitinas pero con mucho sabor). Dobláis la crêpe en dos y esta a su vez otra  vez por la mitad. También las podéis enrollar.

Y ahora a disfrutar el momento….. 

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Desde Francia, Crêpes de fresa y chocolate.

De nuevo por aquí después de unas semanillas un tanto complicadas, las cuales no me fue posible publicar casi nada. Pero ya parece que las semanas van encauzándose y volvemos poco a poco a la normalidad.

Estaba con el fantástico libro «Cinco cuartos de naranja»; Joannne Harris es la autora también de títulos como Chocolat, el cual seguro que muchos os recordará a Johnny Deep y Juliette Binoche en la película del mismo nombre. Pero este es otro libro del que trataremos más adelante.

Volviendo a Cinco cuartos de naranja, en esta ocasión traté de reproducir los famosos crêpes de harina de trigo sarraceno de Mamie, nos relata Framboise, que cuando su madre estaba en la cocina hablando consigo misma, (eso creía ella) en realidad lo que estaba haciendo era enseñarle a preparar los suculentos platos que elaboraba. Esto lo comprendió más tarde.

Pues bien, estos crêpes son la mar de sencillos, siempre y cuando tengáis una buena sartén, lo que no es mi caso, y ayer con el calor que hacía, la placa encendida, la masa que se me pegaba y a consecuencia de eso me quemé con el borde de la sartén (a la cual se le pega todo pero no veas que temperatura pilla)……… mi cocina era una sauna. Pero el empeño dio un gratificante y delicioso resultado, y muestra de ello, salieron unos crêpes que los rellené de chocolate y fresas de cosecha propia, las cuales son muy pequeñitas pero tienen mucho sabor. 

En breve publicaré la receta que luego podréis encontrarlas todas en la sección Comida literaria.

crepes rellenos de fresas y crema de chocolate
Crepes de fresas y chocolate

 

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Cinco cuartos de naranja.

Hoy os traigo esta novela  de Joanne Harris autora de la novela Chocolat que se convirtió en un fenómeno literario internacional. Viajaremos hasta Francia de la mano de Framboise Simon, nuestra protagonista, una mujer solitaria.

Nos hará ver esa relación madre e hija, dónde con tan solo 9 años y la menor de 3 hermanos,  nos relata como vivió esa etapa de su vida en los años de la ocupación nazi.

Una visión dónde pasados los años y con ayuda de un cuaderno de recetas de cocina que le dejó en herencia su madre. Framboise volverá al pueblo en la campiña francesa en el que se crió, y dónde nadie la reconoce como hija su mal afamada madre, la cual aún hoy día la consideran responsable de una tragedia sucedida en aquellos tiempos.

Aquí abre un pequeño restaurante y recreará los platos del cuaderno heredado, en el cual encontrara algo más que recetas, dará con la clave para comprender lo que realmente pasó aquel fatídico verano.

cinco cuartos de naranja
Portada Cinco cuartos de naranja

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